Si no estás presente en el enclave correcto no eres nadie o, al parecer, ese es el duro camino de cualquier director de expansión en la lucha encarnizada por locales dentro del sector inmobiliario comercial. Es una hazaña que se parece cada vez más al Monopoly y donde algunos jugadores reciben zancadillas y otros acumulan espacio, ese activo tan apreciado en una tienda de moda.
Hay que estar en el momento y en el lugar adecuado, y a ser posible, de mejor forma que los competidores. Estos son sus últimos movimientos pero, aunque no son nada discretos, están rodeados de misterio ¿Por qué esa obsesión por las tiendas gigantes?