Ese lujoso objeto del deseo.

El lujo como concepto es escurridizo, cojea sobre sus mismos paso, une y separa a partes iguales. ¿Cómo ha cambiado el concepto del lujo contemporáneo y por qué es importante saberlo?
MediaA The Style Guide

Si Oscar Wilde estuviera vivo, sería un acérrimo defensor de cualquier deleite extraordinario. Un militante del hedonismo que se vería acorralado ante la gran disyuntiva al reconocer que, tanto en el lujo como en la moda, todo es cuestión de un momento efímero. Un concepto tan poderoso que es imposible mostrar indiferencia y menos prescindir de su existencia.

El lujo ejerce fascinación sobre todo lo que toca, tanto en la antigüedad como en el presente. El lujo apasiona y su dinámica se mide en polos opuestos, éste comunica y a su vez genera automáticamente una distancia. Podríamos definirlo como todo aquel conjunto de bienes que encontramos apetecibles pero que no son necesarios para sobrevivir. Éste cambia respecto a la época y a las personas, manteniendo una constante que se refleja mediante un lenguaje en común, las modas y estéticas de las sociedades.