Así nació el estilo marinero, la tendencia que todos llevamos.
Para el periodista y especialista en moda Fernando Aguileta de la Garza, este punto de inicio puede articularse en torno a diversos elementos. El primero de ellos hace referencia a la clásica americana azul oscuro de botones dorados que indistintamente se podría encontrar en armarios pertenecientes a hombres de mediana edad o a niños de 12 años: “En ese año también tuvo lugar la fundación de la Armada Naval Británica (Royal Navy), de la que surgió un uniforme que distinguía a los marineros oficiales de los pescadores. Se cree que fue el capitán del H.M.S Blazer quien, en la coronación, los uniformó con una chaqueta de sarga azul combinada con blanco y botones metálicos en color plata o dorados. Para 1857 la reina lo había designado para toda la flota. De aquí viene el término azul marino.”
El significado de la camiseta de rayas también tiene su explicación: “Se dice que los colores sólidos estaban reservados para los Oficiales de Marina, mientras que los marineros sin rangos elevados llevaban rayas: azules y blancas por si alguien caía al mar”. La incorporación de esta prenda a la moda también se le atribuye popularmente a Gabrielle ‘Coco’ Chanel, quien vió a los marineros ataviados con la popular camiseta y decidió incorporarla al vestuario femenino. De hecho, en una de sus fotos más conocidas (tomada en su casa de la riviera francesa Villa La Pausa en 1930) la propia diseñadora posa ataviada con una.
Los jerséis de punto de lana ajustados con botón en hombro fueron muy populares y creados para representar la ciudad de origen del marinero, además llevaban el nombre de su embarcación en el pecho. Eran funcionales y otorgaban libertad de movimientos”, apunta Fernando quien también añade que: “Las mujeres habían estado relegadas de trabajar en barcos hasta 1942 cuando la U.S Navy autorizó a las mujeres para ocupar puestos en cubierta. Hasta entonces habían permanecido en tierra y el uniforme era muy parecido solo que con falda”.